martes, 27 de enero de 2009

Periodos Sensibles en la Adquisición del Lenguaje

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Periodos Sensibles en la Adquisición del Lenguaje

Neville (OECD, 2000) ha anotado que la adquisición de un segundo lenguaje implica tanto la comprensión como la producción apropiada; habilidades reconocidas por los especialistas como procesos diferentes.

Dos aspectos que tienen que ver con la comprensión – El procesamiento de la gramática y la semántica – funcionan a través de diferentes sistemas neuronales dentro del cerebro. El procesamiento de la gramática descansa en las regiones frontales del hemisferio izquierdo; mientras que, el procesamiento semántico (por ejemplo aprendizaje del vocabulario) activa las regiones posteriores laterales de ambos hemisferios. Luego que la gramática se ha aprendido, la área más activa en el cerebro en el proceso de aprendizaje se relaciona con la semántica.

En vez que el procesamiento gramatical de la información se produzca únicamente en el hemisferio izquierdo, los que aprenden en forma tardía procesan la misma información en ambos hemisferios. Esto indica que el atraso en la exposición al lenguaje, conduce al cerebro a usar una estrategia diferente de procesamiento gramatical. Estudios confirmatorios adicionalmente muestran que los sujetos con esta activación bilateral del cerebro presentan significativamente mayores dificultades en el uso correcto de la gramática – la activación bilateral implica mayor dificultad en el aprendizaje. De esta manera un infante, mientras más temprano es expuesto a la gramática de un idioma foráneo, más fácil y rápidamente se realizará su aprendizaje.

El aprendizaje de la semántica sin embargo continúa a través de la vida y no está afectada por la edad.

Otro ejemplo de periodo sensible es durante la adquisición de los sonidos (fonemas) de los diferentes idiomas. Estudios muestran que los niños pequeños durante los primeros meses de su vida son capaces de discriminar entre los diferentes sonidos vocálicos y consonánticos semejantes, tanto para los lenguajes nativos como para las lenguas extranjeras. Los niños recién nacidos pueden aprender a discriminar sonidos de contraste difícil en un par de horas, inclusive cuando se encuentra dormidos; contrariamente al punto de vista que el dormir es un estado sedentario cuando la capacidad de atención y aprendizaje está reducido o ausente (Cheour y claboradores 2002a).

Durante el primer año de vida; sin embargo, esta capacidad para reconocer los sonidos de los lenguajes no nativos va disminuyendo, así como se incrementa la sensibilidad a los sonidos de la lengua materna. Esta declinación de la percepción de los lenguajes no nativos ocurre durante el primer año de vida, con una disminución mayor entre los 8 y 10 meses (Werker, 2002; Kuhl, 1979). Este cambio mejora la eficiencia de la función cerebral para adaptarse al medio ambiente natural.

Debe anotarse que no es suficiente exponer a los niños pequeños a las lenguas extranjeras solo a través de los Discos Compactos en razón de mantener la sensibilidad a los sonidos de la lengua extrajera.

Siempre es posible la adquisición de sonidos que no pertenecen a la lengua materna fuera de este periodo sensible. Cheour y colaboradores (2002b) han demostrado que entre los 3 y 6 años los niños pueden aprender a distinguir los sonidos que no pertenecen a su lengua materna cuando son expuestos a un ambiente natural por dos meses, sin ningún entrenamiento especial. McCandliss sugiere que, con un corto entrenamiento, los adultos japoneses nativos, pueden aprender a distinguir entre los sonidos r y l.

Sin embargo, el aspecto más importante es la capacidad de comunicarse, el cual no necesariamente requiere una distinción exacta de los sonidos emitidos; esto deja abierta la interrogante de si es necesario invertir tiempo en el entrenarse para distinguir puntualmente los sonidos de una lengua extranjera, siempre se debe considerar el nivel de la exactitud que se requiere en las diferentes situaciones.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, pages 44-45

viernes, 23 de enero de 2009

Plasticidad Cerebral (¿Solo Hasta los 3 Años?)


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Plasticidad Cerebral en la Infancia (2)
¿Sólo Hasta los 3 Años?

Las preguntas que conciernen al área educativa son: ¿Cómo podemos construir un mejor soporte para ayudar a las capacidades ya existentes?. ¿Existe un momento óptimo para dicha enseñanza y si hay algún modo preferente de aprendizaje?.

Desde hace largo tiempo ha existido la creencia general entre los no especialistas, que desde el nacimiento hasta los 3 años de edad los niños son más receptivos al aprendizaje (Bruer, 1999). En base a este punto de vista, si los niños no han sido expuestos a una variada gama de estimulación precoz, ellos no son capaces de recuperar los beneficios del estímulo temprano en edades posteriores de su vida.

Sin embargo, inclusive en las habilidades en las que existen periodos sensibles, la capacidad de aprender no se pierden luego que pasa este periodo. Mientras, no existe evidencia científica que la sobre-estimulación a un infante normal y saludable tenga algún efecto beneficioso, hay evidencia que esta sobre-estimulación puede ser una pérdida de tiempo (Sebastian, 2004).

Los hallazgos en los cuales se basan estos argumentos se relacionan con una función muy básica como es la visión. Esta no es una apropiada extrapolación con el aprendizaje de las habilidades cognitivas. Para una mejor comprensión y entendimiento de cómo la experiencia en temprana afecta el desarrollo posterior, se debe realizar un estudio mayor y más amplio.

Los periodos sensibles de hecho nunca han existido para ciertas áreas del aprendizaje tal como la adquisición del lenguaje.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 44

martes, 20 de enero de 2009

Plasticidad Cerebral en la Infancia 1

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Plasticidad Cerebral en la Infancia (1)

La dirección con la cual el hombre inicia su educación puede determinar su vida futura.
Platón

La educación en la infancia temprana y su cuidado ha atraído enorme atención durante la pasada década. Esto ha orientado parcialmente a los investigadores hacia la importancia de la calidad de las experiencias tempranas en los niños y su influencia sobre el aprendizaje académico de corta duración, el desarrollo social y emocional; así como el éxito en su aprendizaje duradero en el sistema escolarizado y en su vida posterior.

El equitativo acceso a una educación pre-escolar de calidad y al cuidado infantil han sido reconocidos como las claves sobre las que se apoyan las organizaciones que se ocupan del aprendizaje duradero para todos los niños; y el soporte para una educación amplia cubriendo las necesidades sociales de las familias.

En la mayoría de los países de la OECD (Organización para la Cooperación Económica y desarrollo), la tendencia es darle a todos los niños al menos dos años de una educación gratuita antes de la escolarización compulsiva; los gobiernos intentan de esta manera mejorar el entrenamiento del personal y las condiciones de trabajo, así como desarrollar apropiados programas pedagógicos para estos niños pequeños (OECD, 2001).

La neurociencia puede no brindar soluciones a todos los retos que se enfrentan en la infancia temprana y su cuidado, pero los hallazgos neurocientíficos pueden proveer un entendimiento útil para la toma de una decisión informada en este campo.

Los niños muy pequeños pueden desarrollar conceptos sofisticados para la comprensión de los fenómenos alrededor de ellos – Ellos son los llamados “Aprendices activos” (Consejo Nacional de Investigaciones de los Estados Unidos de América, 1999).

Inclusive al momento del nacimiento el niño no es una persona sin ningún cultivo ni entendimiento.

Los niños desarrollan teorías sobre el mundo el que viven a una edad muy temprana y revisan dichas teorías a la luz de sus experiencias personales. El ámbito del aprendizaje temprano Incluye Lingüística, Psicología, Biología y Física tanto como el Lenguaje, las personas, animales, plantas y objetos de trabajo.

La educación temprana necesita tomar en consideración la diferencia existente entre la mente y la conceptualización individual en los niños pequeños; esto ayudará a identificar los modos preferentes del aprendizaje, por ejemplo: la elección del tipo de juego apropiado a la circunstancia.

Los infantes tienen competencia para el cálculo. Las investigaciones en desarrollo demuestran que los niños menores de un año, en los primeros meses de vida ya están atentos al número de objetos de su ambiente (McCrink y Wynn, 2004). Existe también evidencia de que los infantes pueden operar con números (Dehaene, 1997). Ellos desarrollan habilidades matemáticas a través de su interacción con su medio ambiente y mediante los juegos de construcción más allá de su sentido inicial de los números.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 43

lunes, 12 de enero de 2009

Plasticidad Cerebral y los Periodos Sensibles

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La Plasticidad Cerebral y los Periodos Sensibles

Los neurocientíficos saben desde hace algún tiempo que el cerebro cambia significativamente a través de la vida en respuesta a las experiencias aprendidas. Esta flexibilidad del cerebro en respuesta a las demandas medioambientales es llamada plasticidad cerebral.

El cerebro es físicamente modificado a través de reforzamiento, debilitamiento y eliminación de las conexiones neuronales existentes y el crecimiento de otras nuevas. El grado de la modificación depende el tipo de aprendizaje que se realice, mientras más largo es el tiempo de aprendizaje se producen mayores y más profundas modificaciones.

La habilidad del cerebro para mantenerse flexible, alerta, y de responder a los problemas solucionándolos, es debido a que a lo largo de vida se conserva la capacidad de la plasticidad cerebral. Antes se pensaba que solo los infantes poseían esta capacidad de plasticidad cerebral. Esto es debido al extraordinario crecimiento de nuevas sinapsis paralelas a la adquisición de nuevas habilidades en dicho periodo.

Sin embargo, datos descubiertos en las dos últimas décadas han confirmado que el cerebro conserva esta plasticidad a lo largo de la vida. Y porque la plasticidad descansa sobre el aprendizaje, nosotros podemos aprender en cualquier etapa de la vida; aunque la forma como lo hacemos sigue diferentes vías que varia con la edad (Koizumi, 2003; OECD, 2002).

La plasticidad puede ser clasificada en dos tipos: Experiencia-expectante y experiencia-dependiente.

La plasticidad experiencia-expectante describe la tendencia genética a modificaciones estructurales del cerebro en los primeros años de vida.

La plasticidad experiencia-dependiente se ocupa de la modificación estructural del cerebro que se produce como resultado de la exposición durante la existencia a entornos ambientales complejos.

Muchos investigadores creen que la plasticidad experiencia-expectante es una característica del desarrollo de la especie: En condiciones naturales un cerebro saludable, se caracteriza por que nos permite aprender contínuamente hasta la ancianidad.

En paralelo a la plasticidad cerebral, el aprendizaje puede ser descrito también como experiencia-expectante y experiencia-dependiente.

El aprendizaje experiencia-expectante se realiza cuando el cerebro se encuentra con experiencias realmente relevantes, idealmente en el momento óptimo llamado como “Periodo Sensible”. Los periodos sensibles son los momentos en los cuales un particular evento biológico frecuente ocurre de la mejor forma.

Los científicos han documentado periodos sensibles para ciertos tipos de estímulos sensoriales, como la visión y el lenguaje hablado, y para ciertas experiencias emocionales y cognitivas, (como la exposición al lenguaje).

Sin embargo, existen muchas habilidades mentales tales como la adquisición de vocabulario y la habilidad para ver los colores, las cuales aparentemente no atraviesan por esos periodos sensibles. Estas habilidades pueden ser considerados como el aprendizaje experiencia-dependiente que se presenta a lo largo de la vida.

Los diferentes tipos de plasticidad juegan un rol que varia en las diferentes etapas de la vida. A continuación en la siguientes entregas consideraremos tres etapas de la vida, denominándolas: Infancia temprana, adolescencia y adultez (Incluye los ancianos), y describiremos las distintas características del procesos de aprendizaje en cada etapa de la existencia.


"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 42

La Plasticidad Cerebral

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La Plasticidad Cerebral

El cerebro es capaz de aprender por su flexibilidad. Dicha capacidad cambia en respuesta a la estimulación del medio ambiente. Esta flexibilidad se basa en una de las propiedades intrínsecas del cerebro, su plasticidad.

Dicho mecanismo opera de diferentes maneras a nivel de las conexiones sinápticas. Algunas sinapsis pueden ser generadas (sinaptogénesis), otras eliminadas (podadas), su efectividad puede ser moldeada, con base en la información procesada e integrada por el cerebro.

Los “caminos” dejados por el aprendizaje y la memorización son frutos de estas modificaciones.

La plasticidad es en consecuencia una condición necesaria para el aprendizaje y una propiedad inherente del cerebro durante toda la vida.

La plasticidad cerebral y sus implicaciones es una importante característica del cerebro. Educadores, políticas de mercado y todos los estudiantes deberían tener un entendimiento del por que es posible aprender durante toda la vida, de hecho la plasticidad cerebral provee un fuerte argumento neurocientífico sobre el aprendizaje durante "toda la existencia humana".

¿Podría la escuela primaria ser un buen lugar para iniciar la enseñanza del como y el porque ellos (los estudiantes) son capaces de aprender?.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 30

miércoles, 7 de enero de 2009

La Memoria y el Aprendizaje

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La Memoria y el Aprendizaje

Durante el proceso de aprendizaje, trazos (de los circuitos neuronales) son dejados mediante la integración de la información percibida. Esto es como la memoria es activada.

La memoria es un proceso cognitivo en el que es posible que las experiencias pasadas se recuerden; para la adquisición de nueva información (desarrollando un nuevo circuito de recorrido) generalmente es necesaria recordar información previa (reactivación del recorrido ya establecido).

Cuando el recorrido es más veces reactivado los circuitos, más quedará "marcado" en la memoria. En otras palabras, esta ruta será cada vez menos vulnerable al olvido.

La memoria es construida por el aprendizaje, y los beneficios del aprendizaje persisten gracias a ella. Estos dos procesos tienen profundas interrelaciones, Así la memoria está sujeta a los mismos factores que influencian en aprendizaje.

Esta es la razón del porque la memorización de un evento o de una información puede ser mejorada mediante un fuerte estado emocional, contexto especial, alta motivación o incremento de la atención.

Aprender una lección a menudo significa ser capaz de recitarla de memoria. El entrenamiento y las pruebas de evaluación están usualmente basadas en la recuperación, y por lo tanto, la memorización de la información; esto a menudo en menoscabo de las destrezas originales, e inclusive del entendimiento del contenido de la materia estudiada.

¿Es este papel dado a las destrezas memorísticas justificado? Esta es una importante pregunta en el campo de la educación, y está comenzando atraer la atención de los neurocientíficos.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 29

lunes, 5 de enero de 2009

La Inteligencia

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La Inteligencia

El concepto de inteligencia está siempre sujeto a controversia. ¿Puede un solo concepto determinar todas las facultades intelectuales de un Individuo?. ¿Pueden esas facultades ser separadas y medidas?. Y en particular, ¿que hace que estas pruebas muestren y/o pronostiquen la función cerebral y el comportamiento social de la persona?.

La noción de inteligencia evoca el concepto de destreza, de esa forma son consideradas las destrezas verbales, espaciales y las destrezas para resolver problemas o la muy elaborada habilidad de tratar con conceptos complejos.

Sin embargo, a pesar de todos esos aspectos se descuida el concepto de “Potencial”. Todavía mas aún, investigaciones neurobiológicas sobre el aprendizaje y las funciones cognitivas claramente muestran que estos procesos se encuentran en constante evolución, y son dependientes de un número variado de factores, particularmente medioambientales y emocionales.

Esto significa que un ambiente estimulante podría ofrecer a cada individuo la posibilidad para cultivar y desarrollar sus destrezas.

A partir de este punto de vista, los muchos intentos de cuantificar la inteligencia usando pruebas (tales como la medida del Coeficiente de Inteligencia [C.I.] u otros) son considerados demasiado estáticos y se les señala como estandarizados y culturalmente parcializados (algunos inclusive ideológicamente parcializados).

Basados en suposiciones a priori, los test de inteligencia son restrictivos y por lo tanto problemáticos. En Base al “cálculo de la inteligencia” o la debatible asignación de diferentes niveles de Inteligencia, ¿qué debería concluirse en forma práctica o inclusive que puede pensarse sobre las decisiones de orientación profesional tomadas en base a estas pruebas de inteligencia?

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 27

domingo, 4 de enero de 2009

Las Emociones y el Aprendizaje

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Las Emociones y el Aprendizaje

Por largo tiempo, el componente emocional ha sido descuidados en la educación institucionalizada. Recientes contribuciones de los neurocientíficos están ayudando a remediar esta deficiencia, revelado la dimensión emocional del aprendizaje.

A diferencia del “afecto” (el cual tiene una interpretación conciente), las emociones nacen de procesos cerebrales automáticos y estas son necesarias para la adaptación y regulación del comportamiento humano.

Las emociones son complejas reacciones que generalmente se describen en términos de tres componentes: un estado mental particular, cambios psicológicos y el impulso para el acto.

Por lo tanto, al encarar una situación percibida como peligrosa, las emociones que se generan pueden simultáneamente consistir en la activación del circuito encargado del miedo, las reacciones corporales típicas del temor (por ejemplo: aceleración del pulso, palidez y transpiración) y la reacción de respuesta (enfrentamiento o huída).

Cada emoción responde a distintos sistemas funcionales y su propio circuito cerebral que involucra estructuras que nosotros llamamos "Sistema Límbico” (también conocido como “ el sitio de las emociones”), tanto como estructuras corticales, principalmente la corteza pre-frontal que juega un rol primordial en la regulación de las emociones.

A propósito, la corteza pre-frontal madura particularmente tarde en el ser humano, concluyendo su evolución en la tercera década de la vida.

Esto significa que la adolescencia cerebral dura normalmente más de lo que se suponía, lo cual ayuda a explicar ciertas características del comportamiento: el completo desarrollo de la corteza pre-frontal y por lo tanto la regulación de las emociones y la compensación de los excesos del sistema límbico ocurre relativamente tarde en la evolución individual.

Los continuos cambios hacen imposible la separación de los componentes psicológicos, emocionales y cognitivos de un comportamiento particular.

La fuerza de esta ínter conectividad explica el sustancial impacto de las emociones en el aprendizaje. Si se percibe una emoción positiva con el aprendizaje esto facilita el éxito del mismo; mientras que, si existe una percepción negativa, esto puede resultar en fracaso del aprendizaje.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 25