lunes, 30 de marzo de 2009

Corteza Prefrontal - Nuestro Monitor Moral

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¿La Corteza Prefrontal es Nuestro "Monitor Moral"?

El sistema prefrontal, o corteza prefrontal, es uno de las mayores y críticas subregiones en el cerebro humano. Brodmann estima que constituye el 29% de la corteza en la especie humana, en comparación con el 17% de los chimpancés , 7% en perros, y el 3,5% en gatos.

Su alto grado de desarrollo en los seres humanos sugiere que también puede mediar en una variedad de funciones específicamente humanas, a menudo denominadas "Funciones Ejecutivas", como el pensamiento abstracto, la solución creativa de problemas, y la secuencia temporal de comportamiento.

El método del estudio de la lesión neurológica aportó un hito temprano en nuestra comprensión de la corteza prefrontal a través del caso de Phineas Gage, un trabajador de una cantera que resultó herido por la explosión que hizo que una barra de hierro le atravesase su lóbulo frontal izquierdo.

Gage sobrevivió al accidente extraño, pero luego comenzó a mostrar cambios de personalidad graves que fueron descritas por Harlow (el médico que cuidó de él y le salvó la vida). Antes de que el accidente Gage era un serio y consciente trabajador; pero después de recuperarse se mostró inmaduro, con comportamiento infantil y socialmente inadecuado, e irresponsable.

Las descripciones de Harlow fueron las primeras de las funciones del lóbulo frontal, ha sido complementada por muchos estudios posteriores del lóbulo prefrontal de personas con tumores, lesiones (en el lóbulo frontal), y el tratamiento quirúrgico de la epilepsia, psicosis o trastorno obsesivo-compulsivo. Estos trabajos indican que los daños a la corteza prefrontal producen un síndrome muy similar a la de Gage.

Aunque la inteligencia en general no está necesariamente afectada por lesiones frontales. Individuos con una lesión frontal importante ven afectadas sus competencias tales como la voluntad, la capacidad para planificar, y el juicio social.

Dos diferentes subtipos de "síndromes o lesiones frontales" se han observado:

Lesiones a la región orbitaria de la corteza prefrontal (una de las más "primitivas" partes de la corteza frontal, sobre su superficie inferior, justo por encima de los ojos) hace que la gente se vuelva eufórica, hiperactiva, y dispuesta a conductas sociales inadecuadas, como acercamientos sexuales con personas desconocidas.

Lesiones a la parte dorsolateral (convexidad exterior de los lóbulos frontales en el lado del cerebro) hace que la persona se vuelva apática, físicamente inactiva, y menos capaz de realizar tareas complejas cognitivas como la formulación de un concepto abstracto.

Dentro de estos dos síndromes; sin embargo, se encuentra un núcleo común: el deterioro en la capacidad de perseguir objetivos dirigidos por un comportamiento basado en la integración del medio ambiente y las señales internas. Esta es, probablemente, la función básica de la corteza prefrontal.

A propósito, la corteza pre-frontal madura particularmente tarde en el ser humano, concluyendo su evolución en la tercera década de la vida. (Lo cual explica en parte el comportamiento y los sentimientos "Típicamente Adolescentes"; irritables, inseguros y confusos)
. Entonces "No le Pidamos Peras al Olmo" solo intentemos comprender y orientar a las personas de dicha edad.

"BRAVE NEW BRAIN", Conquering Mental Illness in the Era of the Genome, Nancy C. Andreasen, 2000, pages 68 - 69

martes, 24 de marzo de 2009

El Sueño y el Desarrollo Infantil

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El Sueño y el Desarrollo del Cerebro Infantil

El inicio en el sistema escolarizado a una edad precoz ha sido asociado con el incremento de la somnolencia diaria, privación del sueño y pobre rendimiento académico (Carskadon y colaboradores, 1998). Los niños que ingresan en edades tempranas al sistema escolarizado significativamente manifiestan más cansancio a lo largo del día, con mayores dificultades en la atención y la concentración, que los niños que ingresan al sistema escolarizado en forma más tardía (Epstein, Chillag y Lavie, 1998). Esto hace que permanezca en discusión si es que la edad de escolarización debe ser muy temprana; mayores estudios son necesarios antes de afirmar cualquier conclusión acerca de los efectos de la escolarización temprana, juntamente con experimentos para el mejor entendimiento de la relación entre el sueño y el aprendizaje (como consolidación de la memoria).

Las lecciones escolares, los lugares donde se realizan las sesiones de entrenamiento y conferencias podrían incrementar su efectividad si es que se diseñaran los horarios y se planificaran las actividades tomando en cuenta los hallazgos científicos sobre el sueño. Los educadores podrían, por ejemplo, programar las lecciones de los adolescentes más tarde, y aconsejar a los estudiantes sobre los beneficios de recapitulación de las lecciones luego del sueño nocturno.


Los padres podrían cumplir un rol importante ayudando con una crianza y cuidados adecuados de los cerebros de sus niños, asegurándose que sus hijos duerman lo suficiente, que antes de la hora de acostarse eviten actividades que estimulen en exceso su cerebro, tales como juegos de computadora o programas violentos de la televisión.

lunes, 23 de marzo de 2009

¿Qué Cantidad es Suficiente?

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¿Cuantas Horas de Sueño Son Suficientes?

Cualquier discusión sobre la privación o reducción del sueño trae consigo la pregunta ¿Qué cantidad es suficiente?. Por que las diferencias individuales son bastante grandes, esto hace imposible dar una simple guia que le acomode perfectamente a cada persona.

También existe evidencia que una siesta luego de una tarea de aprendizaje aparentemente mejora el rendimiento, de manera que la expresión común "Déjalo dormir con el" parece ser una afirmación cierta que nos permite consolidar lo aprendido y no es un "neuromito". Robert Stickgold (2003) realizó estudios en un grupo de estudiantes de la universidad de Harvard, mostrando que el rendimiento ante tareas complejas que requieren gran atención y concentración podían ser restauradas a los niveles iniciales al experimento en sujetos que tomaron una siesta de entre 30 a 60 minutos.

Como la privación del sueño se presenta como un problema importante entre los niños, mayores estudios de los problemas de los disturbios del sueño, así como estudios experimentales podrían ayudar a esclarecer su asociación con síntomas psicológicos y con la disminución del rendimiento cognitivo.

"Understanding the Brain", The Birth of a Learning Science, 2007, page 74


Comentario (información Adicional)

El sueño y La Edad


Cuando nacemos dormimos aproximadamente 18 horas de sueño cada día. Gran parte de este es empleado en el sueño REM, que se cree que contribuye al desarrollo del cerebro. Como el sueño REM a menudo es seguido por un período de un sueño más ligero o vigilia, usted puede ver por qué los bebés duermen durante un breve período luego de despertar.

La cantidad necesaria de sueño disminuye conforme el niño crece. De los tres a los cinco años se necesitan alrededor de 11-13 horas de sueño durante la noche ya que para entonces la mayoría han abandonado las siestas durante el día. A la edad de cinco o menos, sólo un poco más de dos horas se utilizan en el sueño REM. Los pre-adolescentes pueden necesitar entre nueve y once horas de sueño, mientras que los adolescentes necesitan en promedio diez horas.

A medida que envejecemos, la necesidad del sueño se altera, y aproximadamente la mitad las personas mayores se quejan en forma regular de problemas de sueño. Las personas mayores pueden no necesitar dormir menos, pero pueden encontrarse disminuyendo sus niveles del sueño profundo en la noche. Los niveles hormonales cambian a menudo dejando a las personas mayores con dificultades para conciliar el sueño; al despertarse muy temprano después pueden necesitar una siesta durante el día.

El deterioro de la salud y un estilo de vida menos activo también pueden reducir la capacidad para dormir adecuadamente las siete u ocho horas necesarias en promedio.

Las mujeres experimentan más frecuentemente insomnio que los hombres. El insomnio afecta a entre 15% y 30% de los hombres, y del 25% al 40% de las mujeres.

"IMSOMIA", The Essential Guide, Antonia Chitty & Victoria Dawson, 2009, page 8

miércoles, 18 de marzo de 2009

Cuide El Sueño de Sus Hijos

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Cuide El Sueño de Sus Hijos

Un estudio inicial muestra que un día de completo de privación del sueño tiene efectos similares en los niños entre los 11 y 14 años que los mostrados previamente en adultos (Carskadon, Harvey y Dement, 1981). La parcial privación del sueño conduce a una disminución de las funciones cognitivas y del rendimiento rutinario; de otro lado, el desempeño en las labores de rutina se mantiene incluso luego de una noche de total insomnio (Randazzo y colaboradores, 1998). Los sueños de corta duración han demostrado que conducen a una empobrecimiento del rendimiento en las tareas que requieren de la memoria a corto plazo (Steenari y colaboradores, 2003).

En años recientes, un creciente número de estudios han reportado la asociación entre los disturbios del sueño en niños con varios síntomas psicológicos, incluyendo depresión y problemas del comportamiento (Morrison, McGee y Stanton, 1992; Chervin y colaboradores, 1997; Dagan y colaboradores. 1997; Corkum, Tannock y Moldofsky, 1998; Dahl, 1998; Marcotte y colaboradores, 1998; Aronen y colaboradores, 2000; Smedje, Broman y Hetta, 2001).

El Desorden de Déficit de Atención y Hiperactividad (DDAH) es un desorden neurofisiológico en el cual los disturbios del sueño ocurren frecuentemente. Varios estudios han reportado el incremento de las tasa de problemas del sueño entre los niños con desorden de déficit de atención (Chervin y colaboradores, 1997; Marcotte y colaboradores, 1998; Stein, 1999; Owens y colaboradores, 2000a). Según reportan los padres de niños con trastornos de déficit de atención, comparados con niños control, sus hijos tienen más resistencia para ir a la cama a dormir, problemas en el inicio del sueño, ansiedad relacionada con el sueño, somnolencia durante el día, parasomnias y sueños de corta duración (Owens y colaboradores, 2000b).



Ciertos factores medioambientales también han mostrado relación con los disturbios del sueño. Por ejemplo, la gran cantidad de horas que observan la televisión, particularmente momentos antes de la hora de dormir, tienen efecto adverso sobre el sueño (Owens y colaboradores, 2000a). Más aún la resistencia para irse a acostar (Blader y colaboradores, 1997; Smedje, Broman y Hetta, 1998) tanto como, dormir en la cama de los padres se ha relacionado con problemas para iniciar el sueño (Lozoff, Wolf y Davis, 1984; Madansky y Edelbrock, 1990; Latz, Wolf y Lozoff, 1999).

"Understanding the Brain", The Birth of a Learning Science, 2007, page 74

domingo, 15 de marzo de 2009

Disturbios del Sueño y el Aprendizaje


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El Disturbios del Sueño y el Aprendizaje

Los disturbios en el sueño de la infancia han sido asociados a numerosos desordenes somáticos, enfermedades neurológicas; y disturbios emocionales y del comportamiento. Como la hiperactividad, así como también con las dificultades para el aprendizaje (Ferber y Kryger, 1995).

Los disturbios en el sueño son altamente prevalentes y persistentes; se encuentran entre las quejas más comunes a lo largo de la infancia: estudios epidemiológicos han demostrado que un tercio de todos los niños sufren problemas del sueño (Simonds y Parraga, 1984; Kahn y colaboradores, 1989; Blader y colaboradores, 1997; Rona, Gulliford y Chinn, 1998). Una encuesta en Pediátras Clínicos sugiere que los disturbios del sueño es la quinta principal preocupación de los padres (siguiendo a las enfermedades, disturbios alimenticios, problemas del comportamiento y anormalidades físicas; Mindell y colaboradores, 1994).

Aunque son comunes los disturbios del sueño en todas las edades (Wiggs y Stores, 2001), existen también patrones de acuerdo a cada edad específica, como los cambios que se producen en la adolescencia. Un cuestionario basado en una encuesta sobre los hábitos de sueño en 25 000 personas entre los 10 y 90 años muestra que los niños son típicamente personas que se acuestan temprano, pero el inicio del sueño progresivamente se atrasa cuando ellos ingresan en la adolescencia, alcanzando su punto máximo a los 20 años, que es la edad cuando la curva comienza a declinar (Abbott, 2005).

Generalmente, los individuos se acuestan cada vez más tarde durante la pubertad, si bien no existen cambios en la duración total en las horas del sueño, sugiriendo que la necesidad biológica del sueño no disminuye durante la adolescencia (Carskadon y colaboradores, 1980).

Algunos estudios tentativamente sugieren que la privación del sueño y los problemas en el sueño están relacionados con pobre rendimiento académico: mientras la persona duerma menos horas su rendimiento académico será menor (Wolfson y Carskadon, 1998).

Como muchos niños sufren de privación crónica del sueño, existe una real y muy importante preocupación acerca de sus potenciales efectos dañinos en el desarrollo del cerebro. Mientras los estudios de privación del sueño en niños son raros por razones éticas, esto fuerza a que se realicen mayores investigaciones sobre las consecuencias cognitivas de la privación del sueño.

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 74

lunes, 9 de marzo de 2009

El Sueño y el Aprendizaje

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El Sueño y el Aprendizaje

Aproximaciones que involucran el estudio funcional por imágenes (con la grabación de la actividad funcional de las redes neuronales largas) y manipulación genética o farmacológica del cerebro han convergido en apoyar la noción que los estados del sueño (Sueño de ondas lentas y sueño REM) son funciones que se relacionan con el procesamiento de los recuerdos recientes y el consolidación de la memoria, esto involucra a diversas especies y a diferentes tareas de aprendizaje (Stickgold, 2003).

Mientras que el sueño REM parece que beneficia particularmente la consolidación y las habilidades de la memoria, el sueño de ondas lentas establece los enlaces particulares para la consolidación del los recuerdos declarativos dependientes del hipocampo. Numerosos estudios sobre la privación del sueño apoyan la idea que el sueño contribuye a la estabilización de la memoria adquirida.

La evidencia de los experimento en animales y humanos apoya el concepto que circula (fuera de lo considerado como oficialmente aceptado) que el procesamiento de las experiencias recientes durante el sueño es la causa de la consolidación de la memoria (Ji y Wilson, 2007; Rasch y colaboradores, 2007), y el análisis del sistema tálamo cortical establece a través de la reciproca observación el sueño y del mismo proceso de plasticidad son afectados por la experiencia del despertar (Miyamoto y Hensch, 2003).

Una hipótesis es que el sueño juega un rol clave en la plasticidad neural, por ejemplo: en el mantenimiento de adecuadas conexiones entre las neuronas a través del refuerzo de las conexiones significativas entre las sinapsis y la eliminación accidental de algunas. Se ha propuesto que la corteza entera experimenta plasticidad neural en el sueño, como "la actualización" de acuerdo con las experiencias previas en la realidad, especialmente los eventos de los días previos (Kavanau, 1997).

"Understanding the Brain", The Birth of a Learning Science, 2007, page 74

domingo, 8 de marzo de 2009

El Sueño y la Salud

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El Sueño y la Salud Mental

La función del sueño siempre ha fascinado a los científicos; mientras tanto, todavía permanece como un misterio científico. Preguntas fundamentales se mantienen todavía sin aclarar. Desde el punto de vista neurofisiológico, es un estado específico de alerta cerebral.

Los estudios del cerebro no son necesariamente para que nosotros conozcamos la cantidad de sueño requerida para que permanezcamos alertas y despiertos; Claramente, el sueño es esencial para la vida. Los investigadores están unánimemente de acuerdo que mientras el reposo puede recuperar muchas funciones corporales, únicamente el dormir puede restablecer funciones corticales (Horne, 2000).

La calidad del sueño está notoriamente relacionada con el bienestar corporal y mental, un sueño de pobre calidad puede tener impacto en el humor (Poelstra, 1984) y en el comportamiento (Dahl y Puig-Antich, 1990). Desórdenes latentes del sueño pueden en algunos casos resultar en síntomas fisiológicos (Reite, 1998). En Adultos, un día de privación del sueño está relacionado con disminución del rendimiento en el trabajo y empeoramiento de la vida social, incremento de los desordenes y los riesgos, como el de accidentes de tránsito (Ohayon y colaboradores, 1997).

Estudios sobre el comportamiento a nivel molecular sugieren que el sueño contribuye a mejorar la memoria en humanos y otros mamíferos (Maquet, 2001). El sueño fue el primer implicado en el aprendizaje y la plasticidad neural en estudios en animales, los cuales mostraron correlación entre el tiempo del sueño REM (Movimiento Rápido de los Ojos) y el rendimiento en una tarea de aprendizaje (Smith, 1996).

Recientes estudios en humanos proveen evidencia sobre el compromiso crítico de las ondas lentas del sueño y han asociado las oscilaciones lentas del EEG, con la consolidación de los recuerdos y la subsecuente plasticidad neural (Huber y colaboradores, 2004, Marshall y colaboradores, 2006).

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 73

lunes, 2 de marzo de 2009

Interacciones Sociales y el Cerebro

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Interacciones Sociales y el Cerebro

Existen influencias sociales que afectan el cerebro, las cuales tienen directo impacto en su habilidad para que aprenda en forma óptima. La importancia de la influencia social positiva en la fisiología y el comportamiento está bien establecida.

En las dos décadas pasadas, los infantes han sido reconocidos cada vez más como personas buscadoras y proveedoras de interacciones sociales y comunicación. A pesar que mucho del aprendizaje temprano parece ser automático, este requiere de un ambiente naturalmente enriquecido y estimulante, en el cual la interacción social es muy importante (Blakemore, Winston y Frith, 2004).

Estudios en orfanatos de Rumania han mostrado que la falta de cuidado de la salud emocional puede conducir a problemas emocionales y de comportamiento (O’Connor, Bredenkamp y Rutter, 1999).

Otro estudio sobre la crianza de niños en ambientes sociales extremos, en los cuales fueron privados de cualquier cuidado normal, encontró que tal privación puede producir cambios permanentes en la química del cerebro, disminución de la producción de hormonas tales como la oxitocina, que son necesarios e importantes en la formación de los lazos de unión interpersonal y la interacción social.

Estos hallazgos apoyan la opinión que es crucial el rol de la experiencia social temprana en el desarrollo de los sistemas cerebrales subyacentes que son aspectos claves en el comportamiento social humano (Fries y colaboradores, 2005).

"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 62

domingo, 1 de marzo de 2009

La Importancia del Omega 3 en la Dieta


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La Importancia del Ácido Graso Omega 3 en la Dieta

Es esencial tener en cuenta las necesidades nutricionales a lo largo del día para distribuir la ingesta nutricional en relación a estos requerimientos. Además de esto, 39 elementos vitales no son producidos por el cuerpo y por lo tanto necesitan ser obtenidos a través de la dieta (OECD, 2003b).

Recientes hallazgos han confirmado los beneficios del poco grato y antiguo suplemento para niños – la cuchara de aceite de hígado de bacalao. Esta simple porción, así como otros aceites de pescado son particularmente ricos en ácidos grasos altamente no saturados (HUFA), en la actualidad son comúnmente conocido como ácidos grasos Omega 3. Ellos son particularmente importantes tanto para el balance hormonal como para el sistema inmune, los cuales son cruciales para la salud del cerebro. En muchas dietas modernas, estos ácidos grasos esenciales se han vuelto relativamente escasos, ellos todavía son esenciales para el normal desarrollo y función del cerebro.

Mientras es necesario no dejarse arrastrase por la tendencia entusiasta hacia el consumo de ácido grasos omega 3, antes que estudios más amplios sobre el cerebro provean más evidencia para tales afirmaciones, una prueba controlada y randomizada de una dieta suplementaria con ácidos grasos omega 3 y 6 versus placebo fue realizado en 117 niños entre los 5 y 12 años, este grupo tenía el diagnóstico de dispraxia del desarrollo, también conocida como Desorden de la Coordinación del Desarrollo. Los resultados mostraron que aunque no hubo efectos aparentes sobre las habilidades motoras, se encontró significativas mejoras en la lectura, ortografía y comportamiento en grupos paralelos luego de 3 meses de tratamiento. La conclusión a la que se llegó fue que la dieta suplementaria con ácidos grasos pueden ofrecer una opción segura y eficiente para el tratamiento de problemas educacionales y del comportamiento de niños con el diagnóstico Desorden de la Coordinación del Desarrollo (Richardson y Montgomery, 2005).

Otro estudio que fue realizado en las prisiones del Reino Unido probó que la ingesta adecuada de vitaminas minerales y ácidos grasos causan una disminución del comportamiento antisocial incluyendo la violencia. Esto es aún más cierto en el caso particularmente relevante de aquellas dietas pobres en nutrientes (Gesch y colaboradores, 2002).

Aunque la evidencia científica muestra que una dieta rica en ácidos grasos esenciales y comer un buen desayuno contribuye a una buena salud y mejora el aprendizaje, es claro, que los mensajes que estas investigaciones tienen, hasta la fecha no se ha entendido, y no se han tomado las decisiones políticas que aseguren su aplicación práctica. Esto hace necesario la ampliación de los estudios y aplicar dichos hallazgos en el dominio público.

Promover un comportamiento saludable entre los estudiantes debería ser una misión de los colegios; proveer a los jóvenes el conocimiento y las habilidades necesarios para convertirse en adultos saludables y productivos. Esto podría mejorar la capacidad para aprender, reducir el ausentismo, mejorar la forma física y el estado de alerta mental. Los administradores de los colegios, miembros de las juntas educativas, profesores, trabajadores sociales y padres, deberían ser animados a buscar información y recursos sobre la importancia de la nutrición en la salud de los niños y su rendimiento académico.

Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 61